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Ajedrez Práctico

La clavada

La clavada es una táctica empleada para limitar el movimiento de una pieza adversaria. Ocurre cuando una pieza queda inmovilizada porque, al tener una pieza de mayor valor en la misma diagonal, columna o fila; moverla resultaría perjudicial. Vamos a ver un ejemplo:

El alfil de g5 está «clavando» al caballo de f6, porque si este caballo se mueve, perdería la dama de d8. Por lo tanto, el caballo de f6 está clavado y no se debería mover. Esta idea parece sencilla, pero puede ser muy útil en algunas combinaciones.

Además, existen dos tipos de clavadas: absoluta y relativa.

La clavada absoluta

Se produce una clavada absoluta cuando es el rey el que se sitúa detrás de la pieza clavada. En este caso, dicha pieza no podrá moverse bajo ninguna circunstancia hasta que la clavada sea eliminada, ya que cualquier movimiento previo sería ilegal. Un ejemplo de ello es el siguiente diagrama.

El alfil de e7 se encuentra clavado por la torre de a7. Detrás está el rey, por lo que cualquier movimiento de alfil sería ilegal. ¿Se te ocurre alguna jugada para aprovechar la clavada absoluta del alfil?

La clavada relativa

Ocurre cuando la pieza clavada no debería moverse, porque si lo hace perdería material. La diferencia con la clavada absoluta es que aquí sí que se puede mover la pieza clavada, aunque tendría que asumir la pérdida de material. Vamos a ver un ejemplo.

En este diagrama el caballo de c5 se encuentra clavado, ya que si se retira perdería la torre de f8. Quitar el caballo es una jugada legal en este caso, aunque poco recomendable. ¿Se te ocurre alguna idea para aprovechar la clavada?

¿Es mejor una clavada absoluta o relativa?

Aunque ambas clavadas pueden ser útiles a la hora de realizar combinaciones, sin duda es mucho más fuerte la clavada absoluta. Esto se debe a que en la clavada absoluta, la pieza está inmovilizada «para siempre». Sin embargo, en la clavada relativa la pieza está «clavada a medias» porque sería legal moverla. Vamos a ilustrarlo con un par de ejemplos.

En este diagrama se puede ver la clavada relativa del alfil de d3, si lo quitamos perdemos la dama. Pero, al ser una clavada relativa se nos puede ocurrir una jugada que gana material… ¡Ah7+! Al ser jaque (aprovechando el ataque a la descubierta), el negro está obligado a mover el rey y el blanco podrá comerse la torre de d6 en la siguiente jugada. Al ser una clavada «débil», el rival tiene más opciones para combatirla.

En este ejemplo, al blanco le gustaría hacer Dh7#, que sería jaque mate. Sin embargo, el alfil de b7 tiene una clavada absoluta sobre la dama aprovechando que el rey y la dama se encuentran en la misma diagonal. Si fuera una clavada relativa, ¡el blanco ganaría por mate! pero al ser absoluta va a perder la dama y probablemente la partida. ¡Como cambian las cosas!

Ahora que conoces el tema de la clavada, entra en el siguiente enlace y ¡aplica lo aprendido!

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